Lance Stroll, durante el GP de la Emilia-Romaña en Imola

Lance Stroll, durante el GP de la Emilia-Romaña en Imola Aston Martin

F1

Imola, el templo de la F1 que la pandemia rescató y la nueva era de Grandes Premios como Madrid devolvió al destierro

Un histórico circuito europeo cae del calendario ante el empuje de nuevas ciudades que apuestan por espectáculos más modernos.

Más información: Carlos Sainz y Madring defienden su proyecto: "Esperad a que se construya y veréis si se puede adelantar o no"

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El Circuito de Imola ha vuelto a quedar fuera del calendario de Fórmula 1 para la temporada 2026. Esta vez, con un punto final que esta vez parece definitivo.

El mítico trazado italiano, oficialmente conocido como Autódromo Enzo e Dino Ferrari, no estará presente en la temporada 2026, desplazado por el debut del Gran Premio de España en Madrid.

Una sustitución que va mucho más allá de una simple cuestión de fechas: representa el cambio de paradigma que vive actualmente la categoría reina del automovilismo.

La entrada del circuito semiurbano madrileño, que celebrará su primera carrera del 11 al 13 de septiembre de 2026, marca una vez más la tendencia que prioriza infraestructuras modernas, sostenibilidad, conveniencia logística y espectáculo.

Y es precisamente todo lo que Imola no podía ofrecer, por más que su historia, su técnica y su pasión hayan hecho del trazado uno de los preferidos por pilotos y aficionados.

Carlos Sainz durante la exhibición en Madrid con el Williams FW45

Carlos Sainz durante la exhibición en Madrid con el Williams FW45 Europa Press

El segundo adiós

Imola ya había desaparecido del calendario una vez. Lo hizo tras la prueba disputada en 2006 (en la que venció Michael Schumacher seguido por Fernando Alonso), tras más de dos décadas como sede del Gran Premio de San Marino.

Las razones entonces fueron claras: la falta de renovación en sus instalaciones, en comparación con la modernización que ya reclamaba la Fórmula 1 para asegurar su crecimiento global.

Aquel adiós fue triste, pero previsible. Lo que no se esperaba era su regreso en pleno caos pandémico. En 2020, cuando la Covid-19 obligó a reconfigurar por completo el campeonato, Imola volvió como solución de emergencia.

Su cercanía con otros circuitos europeos y la capacidad de adaptarse rápidamente a las exigencias sanitarias le devolvieron un hueco que supo aprovechar.

En esos años, el trazado italiano acogió cinco ediciones del GP de Emilia-Romaña que sirvieron para reavivar la nostalgia y confirmar que aún podía ofrecer carreras emocionantes.

Aun así, era una resurrección condicionada por la necesidad, no por una estrategia a largo plazo. En cuanto las circunstancias volvieron a normalizarse, el reloj empezó de nuevo a correr en contra de Imola.

Madrid entra con fuerza

La Fórmula 1 de 2026 no es la misma que la de 2006 ni la de 2020. Más allá de los importantes cambios reglamentarios a los que se someterán los monoplazas, Liberty Media sigue con su proceso de modernización imparable.

La presencia de 24 carreras en cinco continentes, con un calendario que busca eficiencia logística, sostenibilidad ambiental y máxima rentabilidad comercial, deja poco margen para los circuitos tradicionales que no encajan en esta lógica.

N.º Gran Premio Ciudad País Fechas
1 Australia Melbourne Australia 6-8 de marzo
2 China Shanghái China 13-15 de marzo
3 Japón Suzuka Japón 27-29 de marzo
4 Baréin Sakhir Baréin 10-12 de abril
5 Arabia Saudí Yeda Arabia Saudí 17-19 de abril
6 Miami Miami Estados Unidos 1-3 de mayo
7 Canadá Montreal Canadá 22-24 de mayo
8 Mónaco Mónaco Mónaco 5-7 de junio
9 Barcelona-Catalunya Barcelona España 12-14 de junio
10 Austria Spielberg Austria 26-28 de junio
11 Reino Unido Silverstone Reino Unido 3-5 de julio
12 Bélgica Spa-Francorchamps Bélgica 17-19 de julio
13 Hungría Budapest Hungría 24-26 de julio
14 Países Bajos Zandvoort Países Bajos 21-23 de agosto
15 Italia Monza Italia 4-6 de septiembre
16 España Madrid España 11-13 de septiembre
17 Azerbaiyán Bakú Azerbaiyán 25-27 de septiembre
18 Singapur Singapur Singapur 9-11 de octubre
19 Estados Unidos Austin Estados Unidos 23-25 de octubre
20 México Ciudad de México México 30 de octubre - 1 de noviembre
21 Brasil Sao Paulo Brasil 6-8 de noviembre
22 Las Vegas Las Vegas Estados Unidos 19-21 de noviembre
23 Catar Losail Catar 27-29 de noviembre
24 Abu Dabi Yas Marina Emiratos Árabes Unidos 4-6 de diciembre

Madrid representa lo opuesto a Imola en casi todos los aspectos que actualmente valora la F1: es una capital europea moderna, con proyección internacional, bien conectada, con apoyo institucional, patrocinadores globales y capacidad hotelera de primer nivel.

Su trazado semiurbano en torno a IFEMA, bautizado como Madring, promete ser un escenario mixto entre la emoción del asfalto urbano y las comodidades de un recinto ferial de última generación.

El acuerdo firmado por la ciudad para acoger el Gran Premio de España hasta 2035 confirma que su proyecto no es pasajero y ha venido para quedarse dentro de los nuevos paradigmas de la F1.

En este nuevo contexto, la permanencia de dos carreras en Italia -Monza e Imola- se volvió insostenible. Y Monza, con contrato renovado y un aura legendaria a nivel mundial, era intocable.

Además, el ejemplo de Italia es un mal precedente para Barcelona. Los dos Grandes Premios en España para 2026 parece ser una anomalía más que una opción a medio o largo plazo.

La historia no es suficiente

Pocos circuitos pueden presumir del legado de Imola. Autódromo Enzo e Dino Ferrari es historia viva para la Fórmula 1. En su pista se han escrito algunas de las más bonitas páginas, así como algunas de las más trágicas.

Desde su entrada en el Mundial como sede del Gran Premio de Italia en 1980, su conversión en el Gran Premio de San Marino desde 1981 y su papel como circuito de casa para Ferrari, el trazado ha sido cuna de innumerables momentos inolvidables.

Las victorias de Michael Schumacher, el dominio de Ayrton Senna en sus años dorados y, por supuesto, el trágico fin de semana de 1994, con las muertes de Roland Ratzenberger y Senna, marcaron para siempre su identidad.

Ese mismo dolor sirvió como catalizador de los mayores avances en seguridad de la historia de la F1. Las reformas que vinieron tras aquellas pérdidas no solo salvaron vidas, sino que redefinieron la relación entre espectáculo y riesgo.

El duelo entre Fernando Alonso y Michael Schumacher en el GP de San Marino 2005

El duelo entre Fernando Alonso y Michael Schumacher en el GP de San Marino 2005

En sus dos últimos años como Gran Premio de San Marino (2005 y 2006) vivió dos batallas históricas en pista entre Michael Schumacher y Fernando Alonso, con victoria para el español en 2005 y para el alemán en 2006.

Sin embargo, la historia no basta para mantenerse en un campeonato que ahora prioriza los retornos financieros y mediáticos. Imola modernizó sus boxes, renovó el paddock, mejoró el asfalto y adaptó varias curvas para elevar la seguridad.

Pese a ello, su infraestructura urbana limitada, la escasa capacidad para público y las dificultades de acceso seguían lastrando sus posibilidades frente a otras sedes más versátiles.

La nueva Fórmula 1

Imola es víctima de la misma tendencia que ha dejado fuera a circuitos como Nürburgring, Hockenheim o Sepang. El calendario de la Fórmula 1 ya no se rige por el prestigio histórico ni por la tradición europea. Ahora manda la rentabilidad y el impacto global.

Las carreras en Arabia Saudí, Qatar, Las Vegas, Singapur o Miami son ejemplos claros del nuevo perfil de sede que busca la F1.

Ahora se prioriza ciudades vibrantes, con apoyo institucional y grandes inversiones que permiten carreras espectaculares tanto dentro como fuera de la pista.

Albon, durante un instante del Gran Premio de Las Vegas.

Albon, durante un instante del Gran Premio de Las Vegas. F1

La inclusión de Madrid, en este sentido, encaja perfectamente en esta nueva visión. Su fecha en septiembre cierra la fase europea del calendario, tras Monza y antes de que comience la gira asiática.

Junto a Barcelona -que tendrá su última carrera en 2026 si no logra una nueva renovación-, España vivirá un fugaz doblete que pronto quedará en manos exclusivamente de la capital.

Mientras tanto, Italia se queda con una única cita, Monza, consolidando un fenómeno que la categoría viene repitiendo: menos circuitos tradicionales, más plazas estratégicas.

Solo algunos históricos como Silverstone, Spa-Francorchamps o Suzuka sobreviven por ahora, pero todos están obligados a adaptarse o desaparecer.

Un legado que se resiste

Pese a todo, Imola no ha perdido su magnetismo. Sigue siendo uno de los trazados más técnicos y desafiantes del mundo, con sus curvas ciegas, cambios de desnivel y giros contrarreloj.

Su esencia como circuito de pilotos puros permanece intacta, incluso cuando ya no tenga espacio en los calendarios futuros. La región de Emilia-Romaña no ha renunciado del todo a recuperar el Gran Premio.

Las autoridades locales han mostrado su intención de seguir dialogando con la FOM para que Imola vuelva cuando las condiciones lo permitan.

Pero esa ventana parece cerrarse con cada nuevo circuito que entra y cada contrato a largo plazo que se firma en Asia, Oriente Medio o América.

En definitiva, el adiós de Imola es una despedida anunciada, que empezó a gestarse hace casi dos décadas, que se pospuso gracias a una pandemia global, y que ahora se consuma por la irrupción de una nueva era que premia lo moderno, lo urbano y lo global.

El templo italiano cede su lugar al espectáculo madrileño, en un relevo que resume a la perfección el presente y el futuro de la Fórmula 1.