Un vendaval llamado Alcaraz: arrolla a Tommy Paul en tres sets cediendo cinco juegos y pasa a semis de Roland Garros

Un vendaval llamado Carlos Alcaraz pasó por la Philippe Chatrier y arrasó sin piedad a Tommy Paul (6-0, 6-1, 6-4) para avanzar hasta la semifinal de Roland Garros. Una exhibición total en la que minimizó al máximo al número 12 del ranking, al que no le quedó otra agachar la cabeza y rendirse a lo inevitable. [Narración y estadísticas en directo]

Alcaraz había dejado buenas sensaciones a lo largo de todo el torneo, pero su encuentro contra el estadounidense fue una oda al tenis. Imprimió velocidad desde el inicio, dejó golpes imposibles y no quitó el pie del acelerador hasta maniatar por completo a su rival.

Tommy Paul sacó algo de orgullo en el tercer set. Mejoró sus prestaciones, pero únicamente le bastó para hacerse fuerte con su servicio. Al resto, ni cosquillas.

Alcaraz cerró el partido en apenas una hora y media. Sin contemplaciones. Demostrando porqué es el gran candidato a revalidar el título de Roland Garros. Metiendo miedo a sus rivales, que seguramente presenciaron una de las mayores palizas de los últimos tiempos.

"Hoy ha sido uno de esos partidos en los que me salía todo. Simplemente, no he pensado. Dejaba hacer a la pelota. He jugado contra él muchas veces y sé de lo que es capaz, no podía dejar la puerta abierta para que volviese al partido", declaró un efusivo Alcaraz.

"Pido disculpas porque sé que a la gente le gustaría estar más tiempo viendo tenis, pero solo hago mi trabajo. Gracias por el apoyo y por haber venido esta noche a apoyar el deporte", añadió con una gran sonrisa.

Sin fisuras

30 minutos. Eso es lo que tardó Carlos Alcaraz en precintar el primer set del partido ante Tommy Paul. El español salió en sexta revolución y coleccionó una serie de golpes que levantaron de sus asientos a los espectadores que repletaron las gradas de la Philippe Chatrier.

Paul, atónito, no supo que hacer ante un vendaval que se presentó en París y que dejó muy claras sus intenciones desde el primer punto. Solo cedió uno con su saque en la primera manga y firmó tres breaks que sirvieron como aperitivo a lo que fue una noche mágica del murciano.

Tampoco reaccionó el norteamericano en el segundo set. Más bien no pudo hacerlo y en menos de una hora de juego ya tenía por delante una montaña casi imposible de escalar.

Alcaraz, en trance, siguió acelerando el juego y deslizándose de lado a lado de la pista. Mientras tanto, boquiabierto, el respetable enmudecía más por sorpresa y admiración que por otra cosa. Se está gestando una nueva dinastía española en Roland Garros.

Tommy Paul intentó resucitar, pero fue imposible. Mejoró con su saque, pudo celebrar algún punto. Poco más. Únicamente hizo siete puntos al resto durante todo el partido contra un Alcaraz que no soltó a su presa hasta el final.

No se desgastó demasiado y ya piensa en las semifinales contra Musetti. No será un duelo fácil, está claro, pero a este nivel será muy complicado tumbarle. El quinto Grand Slam está más cerca. Lo acaricia con la yema de los dedos.