Feijóo ha convocado el Congreso del PP para rearmar su mensaje para las próximas elecciones.
La fecha más probable para esas elecciones es finales de 2026 o principios de 2027. Se deduce de las declaraciones de Sánchez de agotar la legislatura. También de las encuestas que cada vez le son más desfavorables (excepto las del obediente CIS). Nadie disuelve anticipadamente si cree que va a perder las elecciones (salvo patriotas como Calvo Sotelo).
Tampoco es verosímil una moción de censura que desaloje a Sánchez de la Moncloa. A los compañeros de coalición de Sánchez les va bien este gobierno débil del que extraen hasta el hígado por cada votación.
A pesar de todo esto, no es descartable un adelanto electoral. Sánchez sorprendió al electorado en las anteriores elecciones generales. La ciudadanía se acostó con Feijóo presidente después de las autonómicas y se levantó con Sánchez en la Moncloa tras las generales.
En consecuencia, la prudencia gallega ha aconsejado a Feijóo a preparar sus huestes antes del verano.
Una reducción de impuestos puede aumentar la recaudación porque aumenta el gasto privado que crea puestos de trabajo
El Congreso será una ocasión para lanzar mensajes al electorado, cada vez más propicio al PP según esas encuestas.
El reto es cómo vender las propuestas populares en economía.
La economía suena a tecnicismos y palabras complejas: PIB, competitividad, competencia, libre mercado, tipos tributarios, gasto público, déficit público, endeudamiento público, desempleo estructural, tasa de actividad … Muchísimos electores desconocen su significado real y no les importa.
Sin embargo, si gobernase el PP esa economía influiría, y mucho, en la vida corriente de los ciudadanos. Veamos tres temas:
1.- De que haya más o menos impuestos dependerá la renta disponible de la clase media y trabajadora.
Pero si el PP dice que va a bajar los impuestos, los adversarios políticos le atacarán diciendo que desmantelará los servicios públicos.
No es verdad. Una reducción de impuestos puede aumentar la recaudación porque aumenta el gasto privado que crea puestos de trabajo. Por tanto, crecen IVA e IRPF y puede bajar el déficit público sin necesidad de reducir el gasto de las administraciones.
Pero ese es un argumento técnico. Habría que referirse a la curva de Laffer, sus demostraciones empíricas y la experiencia de Ronald Reagan y Thatcher para defenderlo.
Por tanto, el mensaje a ese electorado, que son los que aportan la mayoría de los impuestos, debe ser: con un gobierno popular la clase media y trabajadora dispondrá de más dinero (renta).
Mayor renta de la clase media y trabajadora anima a mayor gasto privado. Gasto que creará puestos de trabajo para jóvenes y mayores, ahora excluidos del mercado laboral. Un aumento de demanda de trabajo llevará consigo un incremento de los salarios y, además, ayudará a mantener el sistema de pensiones.
2.- Otro problema económico que acucia al ciudadano, en particular a los jóvenes, es la vivienda.
Las recetas razonables para aumentar la oferta y, en consecuencia, bajar precios de alquiler o compra, son: liberalizar los alquileres; mantener la seguridad jurídica de los propietarios; reducir impuestos sobre los inmuebles; liberalizar suelo, agilizar trámites de concesión de licencias; abrir cauces para la financiación de vivienda social; reducir a la banca los coeficientes gravosos por créditos hipotecarios de vivienda porque tienen baja morosidad e insolvencia, incluyendo los créditos a promotor; impulsar la creación de un parque público de vivienda en alquiler y compra, …
El problema en vivienda no es que hacer; eso se sabe. La clave es cómo comunicarlo al electorado.
Si el PP anuncia que liberará los alquileres, la izquierda le acusará de favorecer a los “grandes propietarios”. Demagogia, porque la mayoría de los poseedores de viviendas en alquiler son particulares con pocos inmuebles.
Además, sin la oferta de los grandes tenedores, el precio del alquiler y venta no se estabilizará, ni bajará. El lunes el mayor fondo inmobiliarios del mundo anunció su huida de Barcelona por la inseguridad jurídica, trabas e impuestos del ayuntamiento y la Generalitat.
3.- En energía la propuesta debe incluir mantener las centrales nucleares con equilibrio entre las diferentes fuentes de energía, evitando desabastecimientos (apagones) y, a la vez, reducir precios ¿Cómo combatir la descalificación de la izquierda militante pseudoecológica?
En resumen: en economía el reto del congreso del PP no es lo que debe acordar, sino cómo explicar lo evidente.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.