
Huevo de Colón, en el parque de San Jerónimo.
La estatua más grande de España está en Sevilla: la donó Rusia para la Expo del 92 y pesa más de 500 toneladas
La gigantesca escultura fue creada por el reconocido artista georgiano Zurab Tsereteli, famoso por sus obras de gran escala en países como Rusia, Francia o Estados Unidos.
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Nacimiento de un Hombre Nuevo, coloquialmente conocido como Huevo de Colón, se ubica en el barrio de San Jerónimo, al norte de Sevilla, y es la estatua más grande de España.
Su imponente figura no pasa desapercibida en el paisaje urbano, y es tan característica que, aunque el parque en el que se encuentra lleva oficialmente el nombre del barrio que lo acoge, los sevillanos lo conocen simplemente como el Parque de Colón.
Esta colosal escultura fue un regalo de Rusia a la ciudad de Sevilla con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1992 (Expo 92), el mayor evento internacional que ha acogido la ciudad en toda su historia reciente.
Concebida como símbolo del encuentro entre culturas que supuso el Descubrimiento de América, la obra representa a Cristóbal Colón emergiendo de un gigantesco huevo abierto.
Se trata de una alusión directa a la célebre leyenda del "huevo de Colón", que simboliza la genialidad en las ideas aparentemente simples.
El monumento tiene unas dimensiones extraordinarias: la figura de Colón mide 32 metros, mientras que el conjunto escultórico completo, incluyendo la estructura en forma de huevo que la envuelve, alcanza los 45 metros de altura.
En total, pesa más de 500 toneladas, lo que lo convierte no solo en la estatua más alta de España, sino también en una de las más pesadas y singulares.
En cuanto a los materiales, la escultura fue construida principalmente en bronce y hormigón armado. La figura central de Colón está hecha de bronce patinado, mientras que la estructura exterior en forma de huevo se realizó en hormigón.
Firmada por Zurab Tsereteli
El autor de esta gigantesca escultura es el reconocido artista georgiano Zurab Tsereteli, famoso por sus obras de gran escala en países como Rusia, Francia o Estados Unidos.
El proyecto formaba parte de un programa de intercambios culturales entre Rusia y España en los años previos a la Expo 92. Sin embargo, su instalación en Sevilla se retrasó hasta 1995, tres años después de la clausura de la Exposición Universal.
El traslado desde Rusia fue también una odisea logística. El monumento se fabricó por partes en talleres de Moscú y fue trasladado a Sevilla en barcos de carga a través del Mar Báltico y el Atlántico.
Un monumento poco conocido
A pesar de su tamaño y de su valor simbólico, el Huevo de Colón en Sevilla sigue siendo un monumento algo desconocido fuera de la capital andaluza, incluso dentro de la misma, ya que se ubica en el último barrio de Sevilla de la zona norte.
Su enclave, alejado del centro histórico y de las zonas potencialmente turísticas, han hecho que muchos visitantes pasen por alto esta auténtica obra de arte urbano.
Además, existe una controversia en torno a su ubicación. Los sevillanos opinan que, por su incalculable valor, la escultura debería estar en una zona más céntrica, de modo que se convierta en un atractivo para los visitantes.
Sin embargo, los vecinos del barrio de San Jerónimo afean esta postura al considerar que el lugar en el que se ubica no devalúa el valor de la escultura, y que la estrategia debería pasar por hacer llegar a los turistas la información de que el Huevo de Colón se ubica en dicha barriada.
Sea como fuere, hoy en día, el monumento sigue en pie como uno de los grandes legados escultóricos de la Expo del 92 y como la escultura más grande de España, un título que sigue sorprendiendo incluso a muchos sevillanos.
En un país repleto de patrimonio histórico, esta obra contemporánea —a medio camino entre la arquitectura y la escultura— es un ejemplo de cómo el arte también puede ser monumental y moderno.