Las fascinantes Cuevas del Águila

Las fascinantes Cuevas del Águila Fotografía: Turismo Castilla y León

Ávila

La bella catedral subterránea de Castilla y León descubierta por casualidad que ha enamorado a National Geographic

Lleva abierta al público desde el año 1964. Se trata de una cueva que ofrece un viaje al centro de la tierra a través de un recorrido de unos 45 minutos.

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El Valle del Tiétar esconde toda una joya del patrimonio geológico, como explica National Geographic que se parado en una cavidad con pasadizos laberínticos y varias salas con formaciones que “parecen de otro planeta”.

Alcanzan los 20 metros en su punto más alto y, además, crecen a un ritmo bastante lento. En concreto un centímetro cada 100 años. Con una profundidad de 50 metros y cerca de un kilómetro.

Una cueva que ofrece una escapada perfecta para los amantes de la aventura y una tentación para los que buscan esos lugares que parecen esculpidos por una naturaleza que tiene una vocación de artista.

Su existencia se remonta a más de 500 años, pero su descubrimiento no se produjo hasta hace apenas 62 años, y fue de manera fortuita.

Sorpresa

Era en una tarde del 24 de diciembre de 1963 cuando cinco jóvenes se encontraban explorando el Cerro de Romperropas. Entonces vieron salir vapor de un agujero que les resultó extraño.

Su curiosidad los llevó a adentrarse en una pequeña abertura de unos 60 centímetros de diámetro para gatear por unos 50 o 60 metros hasta llegar a la gran bóveda principal de las conocidas Cuevas del Águila.

Da la casualidad de que un año después, tras realizarse los trabajos de acondicionamiento y los estudios pertinentes, se abrieron al público para convertirse en un atractivo turístico más de Ramacastañas, una pedanía de Arenas de San Pedro, al sur de la provincia de Ávila.

Una cavidad que, desde entonces, ha registrado miles de visitas y que se ubica en un cerro de rocas dolomíticas que se formaron en una plataforma marina carbonata del Cámbrico hace 500 millones de años.

Las aguas de los ríos Avellaneda y Arenas formaron, a su paso por la zona, una serie de cavidades en torno al nivel freático en el subsuelo y el ensanchamiento de las mismas produjo una serie de colapsos de la roca que dieron lugar a las salas que se contemplan hoy en día.

Una gran aventura

En su recorrido podemos apreciar una gran variedad de estalagmitas, estalactitas, escudos, columnas y también coladas espeletémicas.

Como apunta National Geographic es como “entrar en una catedral gótica” cuyas agujas y pináculos parecieron “estar reflejadas en un espejo donde llama la atención que gran parte de las formaciones son blancas”.

Las visitas cuestan 11 euros y se realizan acompañadas de una guía, lo que permite conocer más de cerca el descubrimiento, formación y singularidad de esta cavidad kárstica, única en el centro de la Península.

Una auténtica joya en Castilla y León y en la provincia de Ávila en particular, que ha hecho las delicias de National Geographic como lo hace de miles de turistas al año que descubren toda su belleza.