La EMA se encuentra evaluando el riesgo de las dos vacunas comercializadas en la actualidad, Varilrix y Varivax.

La EMA se encuentra evaluando el riesgo de las dos vacunas comercializadas en la actualidad, Varilrix y Varivax.

Salud

Europa evalúa la seguridad de la vacuna de la varicela tras la muerte de un niño por encefalitis en Polonia

Las vacunas actuales utilizan virus atenuados, pero los casos de encefalitis asociados a la inmunización son muy raros.

Más información: La varicela repunta en España por primera vez desde la generalización de la vacuna

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La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha iniciado una reevaluación de las vacunas de la varicela tras notificarse la muerte de un niño en Polonia días después de que fuera inoculado.

El niño, del que se desconoce la edad, fue víctima de una encefalitis, una complicación de la enfermedad causada por el virus de varicela que también se ha reportado en algunos receptores de la vacuna.

La agencia reguladora de medicamentos de Polonia ha retirado por precaución el lote de vacunas al que pertenecía la recibida por el niño, si bien desde Europa señalan que el resto puede seguir administrándose mientras se evalúa lo que ha pasado.

El análisis de la EMA se refiere a las dos vacunas monovalentes —las más utilizadas, aunque existe una opción combinada con la triple vírica— autorizadas en la actualidad: Varilrix y Varivax. La que recibió la víctima fue la primera de ellas.

Son vacunas que contienen virus vivos atenuados, pertenecientes a una cepa que ha sido debilitada previamente para que el sistema inmune la reconozca pero no produzca enfermedad.

De esta forma, el cuerpo estará preparado para cuando llegue la versión 'salvaje' del virus.

Este tipo de vacunas son las más clásicas, como la usada contra la poliomielitis. Aunque, por lo general, son seguras, pueden producir una forma leve de la enfermedad.

Por eso, la investigación sobre vacunas se ha dirigido, en las últimas décadas, a lograr mayor seguridad mediante el uso de virus inactivados (que no pueden transmitir la enfermedad), a utilizar solo ciertas proteínas de la superficie del virus o, directamente, inocular las instrucciones para que sea el propio cuerpo quien fabrique dicha proteína.

"Las vacunas vivas atenuadas no pueden ponérselas a personas inmunodeprimidas ni a embarazas", comenta la pediatra Belén Aguirrezabalaga, que afirma no haber tenido noticia de ningún caso de encefalitis por la vacuna.

"La encefalitis es una complicación de la enfermedad por virus salvaje, una infección del sistema nervioso central potencialmente mortal", explica.

Un bebé con varicela.

Un bebé con varicela. Wikimedia Commons

"Hay antivirales para tratarla, pero es como con la meningitis: tenemos antibióticos pero sigue habiendo una mortalidad alta".

La encefalitis figura en la ficha técnica de Varilrix como efecto secundario descubierto tras la comercialización de la vacuna, siendo tan raro que no ha podido establecerse su frecuencia.

"Cuando sacas una vacuna al mercado, se ha utilizado solo en una población concreta, la de los ensayos clínicos. Los efectos adversos que se observan cuando se va utilizando en la población son, por definición, menos frecuentes, porque se dan en poblaciones más grandes".

Aguirrezabalaga apunta que el trabajo de la EMA ahora es demostrar o refutar que la encefalitis del niño ha sido producida por la vacuna o por otro factor.

"Hay que analizar qué circunstancias se han dado y si es cuestión del propio huésped: hay efectos adversos que son 'personales', se dan solo por las características concretas de la persona".

Hay que tener en cuenta que en Polonia esta vacuna solo se recomienda a niños con alguna vulnerabilidad de salud.

Benigna en la infancia

En Europa, solo 13 países recomiendan la vacunación de forma generalizada y España es uno de ellos. Desde 2016 se inocula a los niños con dos dosis: a los 15 meses y entre los 3 y 4 años de edad. También se recomienda a adolescentes que no hayan pasado la enfermedad.

En 2018, la cobertura de la primera dosis ya superaba el 90% en nuestro país, mientras que la de la segunda estaba por debajo del 50% hasta 2020.

Antes de la introducción de la vacuna, se consideraba que, en la práctica, todo el mundo había pasado la enfermedad, que suele cursar con carácter leve en la mayoría de los casos. Sin embargo, pasarla en la edad adulta implica un riesgo serio para la salud.

A pesar de ese carácter benigno de la varicela en la infancia, hay un porcentaje no desdeñable de complicaciones moderadas y graves.

Por ejemplo, un análisis de la incidencia de la enfermedad realizado en la misma Polonia observaba que, entre 2006 y 2021, se habían documentado 25.804 hospitalizaciones y 52  muertes a causa del virus en niños de hasta 12 años.

Por eso, los autores abogaban por extender la recomendación actual de la vacuna a toda la población, pues solo se había alcanzado al 2,3% de esta.

Se trata de una vacuna altamente efectiva. En 2019, una revisión sistemática de los estudios publicados sobre la vacuna revelaba una eficacia del 81% para cualquier tipo de varicela, y del 98% para los casos moderados y graves, solo con la primera dosis.

Además, a pesar de tratarse de un virus atenuado, solo se han detectado 13 casos de transmisión que partan de personas vacunadas y siempre habían desarrollado un sarpullido tras la inoculación.

"Prácticamente ya no vemos varicelas", señala Belén Aguirrezabalaga, "cuando antes la incidencia era cercana al 100%".

La pediatra prefiere no aventurarse a pensar qué puede pasar si la EMA concluye que la muerte del niño se debe a la vacuna, pero recuerda: "Con el sistema inmune comprometido, está contraindicada. Esto hay que tenerlo en cuenta".