Un bosque mágico poco conocido en España: un hayedo rodeado de volcanes que crece sobre la lava
Según Turisme Garrotxa, se trata de lugar donde la naturaleza y la historia volcánica se entrelazan en Girona.
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Situado en pleno Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, La Fageda d’en Jordà es un hayedo único que crece sobre una colada de lava, creando un paisaje incomparable que parece salido de un cuento. Este lugar, algo apartado de las rutas turísticas más conocidas, ofrece un entorno mágico ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Se trata de un bosque de hayas que crece sobre una antigua colada volcánica. Esta singularidad lo convierte en uno de los bosques más especiales de España. La colada de lava que forma el terreno tiene miles de años, lo que aporta al bosque una atmósfera única, rodeada de formaciones volcánicas, en un paisaje que varía entre las tonalidades verdes de los árboles y el negro de la lava solidificada.
La fertilidad del suelo volcánico ha permitido que el hayedo prospere, creando un contraste fascinante con el terreno rocosa que lo rodea.La ruta más conocida para explorar el bosque es el sendero circular que recorre el bosque, de unos 5 kilómetros. Esta ruta permite al visitante sumergirse en la quietud del lugar, rodeado por las altas y robustas hayas.
Durante el recorrido, también es posible observar algunos de los restos de la actividad volcánica que originó la zona, como formaciones rocosas y tubos de lava que emergen del terreno. La zona ha sido preservada en su estado más natural, lo que proporciona una experiencia única de inmersión en un paisaje de cuento.
Una de las principales rutas complementarias es la que lleva al volcán Croscat, el volcán más joven de la zona. Esta ruta conecta perfectamente con La Fageda d’en Jordà y permite explorar de cerca el cráter y las formaciones volcánicas que dominaron la región hace más de 11.000 años. Desde el cráter del volcán, se pueden obtener vistas espectaculares de toda la Garrotxa, lo que convierte el recorrido en una experiencia educativa y visualmente impresionante.
Además de su valor geológico, tambien se considera un refugio para diversas especies de fauna y flora. Los visitantes pueden observar una gran variedad de especies de aves, mamíferos y una vegetación propia del ecosistema montañoso y volcánico. El bosque es especialmente conocido por su ambiente tranquilo y aislado, lo que lo convierte en un lugar perfecto para desconectar de la rutina y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
