
Un nuevo sistema en la depuradora de Toledo permitirá recuperar 500.000 metros cúbicos de agua anuales
Un nuevo sistema en la depuradora de Toledo permitirá recuperar 500.000 metros cúbicos de agua anuales
La nueva prestación ha contado con una inversión de 1,8 millones de euros y permite, mediante un sistema de filtros, someter al fango a una presión alta para convertirlo en un residuo sólido que va al vertedero.
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La Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Toledo cuenta desde este martes con una nueva línea de tratamiento de fangos que, con una inversión de 1,8 millones de euros permitirá recuperar 500.000 metros cúbicos de agua al tratar los fangos resultantes del proceso de depuración.
El alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, junto con el concejal de Medioambiente, Río Tajo y Deportes, Rubén Lozano, y el gerente del Servicio Municipal de Aguas de Toledo, Eduardo Galán, han visitado este miércoles la depuradora, que opera desde el año 1971 y tiene una capacidad para potabilizar hasta 50.000 metros cúbicos de agua al día, dando servicio no sólo a la ciudad de Toledo sino a municipios colindantes como Polán, Guadamur y los de la Mancomunidad de Guajaraz.
Galán ha detallado que, al potabilizarse el agua, se generan unos restos, fundamentalmente de materia orgánica, que es necesario tratar, aunque "no es contaminante ni peligroso para el medio ambiente", a diferencia de los lodos gestionados en las depuradoras de aguas residuales.
La instalación de este nuevo recurso permite gestionar "adecuadamente" estos fangos apostando así por esta nueva línea de tratamiento que es "medioambientalmente sostenible" y que está formada por unas instalaciones "modernas" que van a lograr, ha dicho, que Toledo "sea un referente tanto en sostenibilidad como en gestión adecuada de un recurso tan valioso y tan importante como es el agua".
Sobre el funcionamiento de este nuevo sistema, Galán ha comentado que se basa en una sucesión de etapas en las que se busca ir concentrando los fangos hasta llegar a una última etapa de deshidratación, en la que mediante un sistema de filtros se somete al fango a una presión alta, consiguiendo recuperar la totalidad del agua en el proceso. De esta manera, se obtiene un material deshidratado que "se puede extraer y gestionar fácilmente" y que va a un vertedero, ya que es "un vertido inerte que no tiene ningún peligro".

Nueva línea en la depuradora de Toledo.
Despilfarro de agua
Por su parte, Velázquez ha puesto en valor esta "importantísima inversión" que "viene a mejorar la sostenibilidad de un recurso tan importante" como el agua", insistiendo en la "apuesta" del Ayuntamiento por "tratar de cuidar nuestro río, nuestro medio ambiente", dentro de su plan de vertidos cero.
"Aquí nos encontrábamos no solamente con que se estaban despilfarrando millones de litros de agua, esos 500.000 metros cúbicos que se despilfarraban todos los años y que ahora por suerte vamos a poder reutilizar, sino que también nos encontrábamos con sanciones, porque existía un vertido no autorizado" que ahora, con estas obras, va a ser "pequeñísimo", ha apuntado.
En este sentido, ha comentado que las dos últimas sanciones que recibió la ciudad por este vertido fueron de 3.000 euros en junio de 2022 y de 5.552 euros en junio de 2024. "Pueden no parecer muy abultados, pero si estos importes los tenemos en la caja del Ayuntamiento, los podemos destinar a mejorar los servicios de la ciudad", ha esgrimido.