Arréglate que nos vamos con Vanessa Montfort
La autora Vanessa Montfort: "Hago las cosas a destiempo. Cuando los demás pensaban en tener hijos, me separé"
La novelista se sienta ante los micros de 'Arréglate que nos vamos' para hablar con Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo.
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"Paracelso, famoso médico y alquimista del siglo XVI, dijo 'Todo es veneno. Nada es veneno. Solo la dosis hace el veneno'". Con esta frase arranca un nuevo capítulo de Arréglate que nos vamos, el pódcast que presenta Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL y editora de Magas y ENCLAVE ODS, junto a Charo Izquierdo, directora de ENCLAVE ODS.
Esta declaración está directamente relacionada con Giulia Toffana: para unos, la primera asesina en serie de la historia; para otros, una mujer que hizo justicia. Es también la protagonista de La Toffana, la novela por la que la autora Vanessa Montfort (Barcelona, 1975) se hizo con el Premio Primavera de Novela 2025.
La obra sucede a numerosos éxitos: la primera obra de teatro de la escritora fue la adaptación de La Regenta. Publicó, desde entonces, novelas como La hermandad de las malas hijas y La mujer sin nombre.
Vanessa Montfort confiesa que su última obra "tiene elementos de mis ocho novelas anteriores. Es una de personajes, también de intriga e histórica. Hasta ahora, todos esos elementos habían estado por separado. Lo que tienen en común es que cuentan con algún protagonista inconformista. En La Toffana, casi todos lo son. Se atreven a vivir a contracorriente. Me fascinan aquellos que van en contra de todo lo que les ha tocado vivir", reflexiona la autora.
Hace eco a su trayectoria personal: "Hago las cosas a destiempo. A mí, las fechas en el calendario y lo que se supone que te toca a nivel social en cada momento, me da un poco igual. Cuando todo el mundo estaba viviendo la vida loca, tenía una pareja estable, cuando los demás ya estaban pensando en tener hijos, me separé. Cuando estaban volviendo a España, me fui", confiesa.
Más allá de los misterios de su personaje principal, La Toffana tiene un poderoso mensaje: "Quería escribir un thriller, al prepararlo, lo que me encontré fue la violencia institucional contra la mujer. Fue en lo único en que protestantes y católicos se pusieron de acuerdo, dar caza a la mujer independiente. No les pasaba solamente a las mujeres por serlo, simplemente era el gran agravante en esa época. Ya se habían conquistado otros derechos, por lo que te hace muy consciente de cómo los derechos pueden retroceder. También ayuda a entender por qué el feminicidio sigue instalado como está instalado".
Una trayectoria única
Vanessa Montfort escribió su primer relato con cinco años, inspirada por sus viajes a Nueva York, donde vivía su padre. "Tenía la idea de que la ciudad solamente existía en mi cabeza, como en Alicia en el país de las maravillas. Todo era bastante más extravagante y había mucha variedad, me parecía maravillosamente extraño y estrambótico a la vez", recuerda con emoción.
Charo ahonda en la evolución profesional de la novelista. "¿Por qué de repente decides dedicarte a obras de teatro? ¿Te hubiera gustado ser actriz?". La respuesta de la autora es contundente: "Me encanta estar detrás, dirigir y sobre todo escribir. Mis padres eran grandes amantes del teatro, me llevaban ya a ver obras de pequeña. Por entonces, ya leía teatro", recuerda. Para ella, se encuentra en un momento muy especial: "Que la gente, aparte de comprar libros, por favor, vaya a descubrir obras, porque estamos en la edad de plata ahora mismo".
Se decantó por el periodismo, con su pasión por la cultura como motor: "Elegí la carrera porque verdaderamente me gustaba y era mi manera de aproximarme, a través de la prensa cultural, al teatro y la literatura. Entré como jefa de prensa del Ballet Clásico de Madrid. Luego, en el departamento de comunicación del Teatro Real", explica sobre su evolución.

Vanessa Montfort, junto a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo. Esteban Palazuelos
También descubrió el mundo de la publicidad, empezando como creativa y luego jefa "porque se le daba bien organizar", pero asegura que el estrés constante le llevó a replanteárselo. "No me arrepiento de nada de esto", declara, ya que le ha servido para la escritura y el teatro.
Confiesa que el mejor piropo que puede recibir con su obra es que ha conseguido "emocionar" a lo que Cruz contesta que lo que está haciendo es "orquestar palabras para transmitir. Cuando lees algo que te emociona, te sientes mucho más blandito y más pequeñito y eso es algo maravilloso. Hoy estás consiguiendo que lo hagamos".