Macron, abofeteado por su esposa en Vietnam: la gira del presidente de Francia por Asia arranca con escándalo familiar

Lo que debía ser una gira diplomática estratégica terminó convertido en un escándalo doméstico con repercusión internacional.

El presidente francés, Emmanuel Macron, fue abofeteado por su esposa, Brigitte Macron, durante una disputa familiar que ocurrió poco después de aterrizar en Vietnam y que fue captada por las cámaras.

El incidente, rápidamente viralizado en redes sociales, amenaza con eclipsar el objetivo oficial del viaje: reforzar la influencia francesa en su antigua colonia a través de pactos millonarios en aviación, defensa y cooperación espacial.

Las imágenes, de escasos segundos, muestran a la pareja presidencial descendiendo del avión en Hanói cuando, tras un breve intercambio de palabras, Brigitte Macron abofetea al mandatario delante del personal diplomático.

La presidencia francesa primero ha desmentido la veracidad de esas imágenes, que habían empezado a circular sobre todo en cuentas de redes sociales habitualmente hostiles a Macron, sugiriendo alguna forma de manipulación. Pero rápidamente ha tenido que corregir y modificar su versión para admitir lo que los reporteros habían grabado.

Posteriormente, el propio Macron, en unas declaraciones a medios franceses en Hanoi, ha explicado que estaba "bromeando con su esposa" y que de repente surgen "toda clase de teorías" y cualquier cosa pasa a ser "una catástrofe geoplanetaria".

Macron ha recordado el episodio de cuando, en el tren en el que viajaba a Kiev con los jefes de Gobierno de Alemania y Reino Unido, sobre la mesa había un pañuelo de papel que algunas cuentas de redes sociales vinculadas a la extrema derecha afirmaron que podía ser una bolsa de droga.

"Todo esto ha resumido, muestra un poco el mundo en el que vivimos. Creo que no tenemos tiempo que perder". 

El entorno de Macron ha señalado, por su parte, a los periodistas que le acompañan en el viaje que "ha sido un momento de complicidad" y ha atribuido los comentarios negativos iniciales a círculos prorrusos que buscan desprestigiarlo.

La visita de Macron a Vietnam -la primera de un presidente francés en casi una década- coincide con un acuerdo de alto perfil para la venta de 20 aviones Airbus, así como la firma de nuevos pactos en materia de defensa y cooperación espacial.

París busca con ello consolidar su papel como socio estratégico en el sudeste asiático, en un contexto marcado por las crecientes tensiones comerciales entre EEUU y la Unión Europea.

El viaje cobra aún más importancia tras la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles del 50% a las exportaciones europeas a partir del 1 de junio.

Aunque la aplicación de la medida fue postergada hasta el 9 de julio, los países del bloque comunitario han acelerado sus movimientos para diversificar sus alianzas comerciales.

Pero la bofetada, y no los acuerdos diplomáticos, es lo que ha captado la atención del público. En redes sociales, el nombre de Brigitte Macron fue tendencia en cuestión de horas.

Algunos medios han señalado la tensión acumulada tras las últimas semanas, marcadas por desafíos políticos y personales para el mandatario francés.

Analistas coinciden en que, aunque el episodio no tendrá consecuencias políticas directas, sí afecta a la imagen pública de Macron, especialmente en un momento en que intenta consolidar su rol como líder europeo frente a la presión de Washington.

La visita a Vietnam, que debía reforzar el peso geopolítico de Francia en Asia, corre el riesgo de ser recordada por razones muy distintas.