Los okupas no quieren irse.

Los okupas no quieren irse. Telemadrid

Sociedad

Un propietario de Madrid no se calla y estalla contra los okupas de casa de sus padres: "Que llegue un listo y te lo quite"

Los inquilinos llevan un año sin pagar el alquiler mensual, acumulando una deuda de casi 9.000 euros.

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Un vecino de Móstoles lleva más de un año intentando recuperar la vivienda de sus padres, ocupada por unos inquiokupas que acumulan una deuda de 9.000 euros en impagos.

El piso, alquilado en 2021 para financiar la residencia de su madre, estaría siendo utilizado como punto de venta de droga, según denuncia la familia y confirma una empresa de desokupación que se han visto obligados a contratar.

Durante los dos primeros años, los inquilinos cumplieron con el pago mensual. Sin embargo, en 2023 dejaron de abonar el importe completo alegando que el marido padecía cáncer.

El propietario ha contratado una empresa de desokupación.

El propietario ha contratado una empresa de desokupación. Telemadrid

El arrendador accedió entonces a una rebaja temporal ante la situación, pero pasado ese periodo, los inquilinos dejaron de pagar por completo y actualmente la deuda alcanza ya casi los 9.000 euros.

"Llevan un año sin pagar nada y no atienden a las razones", señala el dueño, quien necesita esos ingresos para afrontar el coste mensual de la residencia donde vive su madre.

Sin embargo, ante la imposibilidad de recuperar la vivienda por la vía legal y el empeoramiento de la situación, el propietario ha decidido contratar a una empresa de desokupación.

Esta compañía ya ha comenzado su proceso y asegura en Telemadrid que en el interior del inmueble se estaría produciendo venta de sustancias ilegales, algo que saben porque "lo ponen en su estado de WhatsApp".

Además del perjuicio económico, el dueño denuncia el daño personal que le está provocando esta situación: "Me genera ansiedad, me genera problemas", asegura, añadiendo su frustración porque "es un piso que es de mis padres, que ha costado sudor y lágrimas, y que ahora llegue un listo de estos y te lo quite...".

"En estos momentos me deberían unos 9 mil euros", recalca el dueño, quien lamenta que, pese a haber actuado inicialmente con buena fe, la falta de respuesta legal y efectiva ha convertido un simple contrato de alquiler en una pesadilla sin final aparente.