El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en la clausura del Congreso ‘Cor Iesu, Spes Mundi’

El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en la clausura del Congreso ‘Cor Iesu, Spes Mundi’

Valladolid

Argüello pide "reconstruir alianzas y vínculos" en un momento de "singular crisis en la democracia parlamentaria"

El presidente de la Conferencia Episcopal Española clausura el Congreso 'Cor Iesu' con una propuesta de 'Programa 2033' para "renovar la consagración del mundo al corazón de Cristo".

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El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha llamado a "construir alianzas" en un momento en el que "la democracia parlamentaria vive momentos de singular crisis".

Así lo ha manifestado durante la clausura del Congreso Internacional 'Cor Iesu, Spes Mundi', que ha tenido lugar durante este fin de semana -del 6 al 8 de junio- y en el que ha propuesto la creación de un Programa 2033 con el objetivo de "renovar nuestra consagración personal, familiar, diocesana al Corazón de Jesús".

Asimismo, permitirá "crear una conciencia eclesial" que pueda ser presentada al Santo Padre para pedirle la renovación de la consagración del mundo al Corazón de Cristo en el año 2033.

Argüello ha afirmado que hay que desplegar toda la potencialidad de lo humano y que estamos llamados a "construir alianzas, vínculos, a ser pueblo entre los pueblos, un pueblo que convoca a los pueblos".

En un momento donde, a su juicio, el individualismo "ha dejado al individuo solo ante el Estado". Por ello, ha planteado la importante tarea de "regenerar e incorporar a la vía pública una reflexión para que la convivencia en nuestras sociedades no solamente sea posible, sino que haga posible la dignidad y el bien común".

El arzobispo de Valladolid también defendió, en el séptimo punto de su decálogo, una “alianza social para la esperanza” en distintos ámbitos como la demografía, la promoción de la natalidad y el cuidado de la vida, de los enfermos y de los migrantes.

Y también llamó a “insuflar alma” a las empresas e instituciones ligadas a la Iglesia Católica, que “precisan de hombres y mujeres que confiesen de obra y de palabra que creen en la victoria de Cristo sobre la muerte”.

Durante tres días, Valladolid ha sido epicentro mundial de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús con un congreso en el que han estado representados tres continentes como son América, Asia y Europa.

Entre los más de 400 participantes, se han registrado personas de Líbano, Alemania, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Argentina, Chile y México.